Que se están cargando el fútbol es una realidad que los verdaderos y auténticos aficionados tenemos asumido desde hace ya bastante tiempo. Esto es un verdadero circo, en el que los aficionados menos pudientes no tenemos cabida. Sólo hay que fijarse un poco, darse cuenta de las cosas.
¿Cuánto nos queda en los 'Teatros Balompédicos'?
No gusta que el deporte rey sea un deporte de barrio, un deporte callejero. De clases menos favorecidas. No gusta el ruido, el ambiente, el humo. Desórbitadas multas, interminables cacheos, censura. Sobre todo, mucha censura. Al menos, eso es lo que parece que pasa en España en todos los estadios de la primera y la segunda división. Perdón, perdón: Liga BBVA y Liga Adelante. Que sino los jefes de marketing y publicidad de la entidad financiera se nos echan encima.
En el fútbol interesan caballeros con corbata y traje de Hugo Boss, con un reserva en la mano derecha y una loncha de jamón de bellota en la izquierda, degustando como jugadores de más de 90 kilos, hacen filigranas con un esférico. Interesan padres de familia con sus tres hijos
católico - apostólicos de colegio privado, todos adornados con el merchandising del club y cómo no, con el nombre y el dorsal del último fichaje del mismo. Por supuesto, también interesan cientos de chinos con dos cámaras fotográficas por cabeza y un par de tarjetas de memoria en la recámara. Y, al otro lado, millones de compatriotas suyos pegados al televisor viendo a un Real Madrid o Fútbol Club Barcelona un sábado a las 15:00.
Cierto es, que servidor no tiene (aún) esos problemas. Pues la Unión Deportiva Las Palmas, aún inmersa en toda la parafernalia financiera y económica del fútbol, es un club que rara vez pone precios desorbitados en las entradas, abonos, etc. Ya veremos que gallo cantará cuando nos codeemos en la isla con merengues y blaugranas.
Pero me solidarizo con esos aficionados del Barça, Madrid, Atleti y quizá algún que otro club de Primera. Esos aficionados que aún no pudiendo permitirse la entradas a sus recintos más preciados, son con total seguridad más entendidos de la grandeza y de la historia del club, que a esos que regalan invitaciones en Palco VIP y que no tienen ni puñetera idea de fútbol.
Hablemos, esta vez, de los aficionados del Atleti.
No me considero un gran entendido como para hablar con exactitud del tema. Pero el derby madrielño es un partido que he visto en más de una ocasión y se de lo que hablo.
Y es que parece que cada mandamás de estos clubes no quieren que tengan cabida los aficionados más humildes, de clase baja y trabajadora. Que, probablemente, con suerte lleguen a mil euristas y que lo único que quieren es que llegue el fin de semana para despejarse del trabajo e ir a ver sus colores sobre el verde. Como todo ser español que le guste el fútbol.
La última, (ojalá fuese algo extraño, pero realmente pasa cada jornada) ha sido la de poner las entradas para el derby madrileño a 65 pavos la más barata. Con ese dinero... bueno, no vamos a decir lo que se podría hacer.
Pero la cuestión no es defender ahora a la afición colchonera y poner a todo dios en contra del Real Madrid. Es defender al aficionado en general del fútbol. Es dar a entender que esto es un abuso impresionante.
El Frente Atlético sacó un comunicado explicando y dando razones de porqué no iban al derby, y pedían a la masa social rojiblanca que tampoco fuera. Aún intentando hablar con el club, en el Bernabeu contestan que ellos no negocionan con nadie. Ya te digo si negocian o no.
Me parece un gesto digno de admirar. Así como también otros grupos o peñas del Estado se manifestan en contra del fútbol moderno con diversas iniciativas.
Es inimaginable e inexplicable la rabia y el odio que se puede sentir, cuando veo que ponen un Murcia v Real Madrid de Copa del Rey a 60€ la más barata, cuando entre transporte y entrada para desplazarse a Madrid les sale mucho más barato a los murcianos que ver el partido en su propia casa. Lo peor no es eso, no. Lo peor es la cantidad de garrulos e ignorantes que pagan sus entradas y van con sus prendas madridistas a ver el partido, cuando a su club no lo irán a ver ni a patadas. Y yo en Murcia no he estado en mi vida.
85 euros es lo que tuvieron que apoquinar todos los aficionados culés que quisieron ver a su equipo en Zaragoza.
Entre entidades deportivas y ministerio de interior, con multas, sanciones económicas, precio de entradas, carnets de socio y abonos... es para descojonarse, en serio. Tienen que estar a reventar las arcas.
Pues todo hace indicar, que en unos cuántos años, más pronto que tarde, los grandes clubes empezaran a quitar la nomenclatura 'Estadio' de sus fachadas para sustituir estas por la de 'Teatro Balompédico'. Y mucho ojito con llevar playeras y pantalones cortos, que los steward están vigilando y se empezará a pedir un mínimo de elegancia. Hasta para insultar al árbitro.
Esto es otra crítica al fútbol negocio. Un desahogo de otro aficionado cabreado con el sistema de como funcionan las cosas. Gritos de nostalgia retumban en los fondos:
¡ODIO ETERNO AL FÚTBOL MODERNO!