martes, 21 de septiembre de 2010
Cuando las normas las dicta el dinero.
Cuando se trata de escribir en este blog, no me gusta tratar los típicos temas de actualidad.
Y muchísimo menos si tienen que ver con los clubes grandes del fútbol español. Cualquiera que haya seguido mínimamente este blog, puede ver que hay cosas de actualidad, pero que casi siempre se tratan temas diferentes, alternativos... o temas "protesta" por llamarlos de algún modo. Este no deja de ser uno de esos.
Veo lo que se está montando alrededor de la entrada de Ujfalusi a Leo Messi y me entra una impotencia que me subo.
"Competición puede sancionar a Ujfalusi de 4 a 12 partidos"
¿Pero esto qué es? Como diría Mauricio Colmenero.
Vale que la entrada pueda ser de roja. Lo era, creo yo. ¿Pero meterle de 4 a 12 partidos? Me parece lamentable. La RFEF es una basura, llena de buitres carroñeros.
¿Qué hubiera pasado si la patada hubiera sido de Piqué al Kun Agüero?
¿O de Sergio Ramos a Forlán?
¿Se hubiera debatido la Federación si meterle de 4 a 12 partidos a uno de estos dos?
Respuestas en el aire, todo esto es patético. Para que un míster de la talla de Quique diga que sólo pasan estas cosas cuando es con Messi o Cristiano (con toda la razón del mundo) hace falta tela, mucha tela. Un poquito de sentido común, por favor.
Que sabemos que hay millones de cosas que se hacen en la Federación por debajo de la mesa en pleno favoritismo a los dos clubes grandes de España y los aficionados no nos enteramos, pero cuando el plumero se ve tan descaradamente, entran ganas de potar.
Le metan 30 partidos le metan 1, el simple hecho de debatirse si hay que meterle sanción o no es lamentable, porque en ningún momento se ve la intención de perjudicar al jugador. Y si metes una sanción más dura que un sólo partido, aplica esa regla para el resto de equipos.
Algunos, aunque no tenga que ver con nuestro club, ya estamos hartos de que Villar y sus secuaces (que no se si tendrá algo que ver en esto o no) manipulen a su antojo las normas del juego.
Una vez más... RFEF = BASURA.
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