jueves, 11 de marzo de 2010

Real Madrid: la suerte no se puede almacenar

Ahora mismo sería fácil atacar con hacha y escudo al Real Madrid. Regodearse en críticas negativas, que ha sido el fracaso más grande de la historia, que 300 millones de euros invertidos no han sido capaces de pasar de octavos de final de la Champions League, y ya van seis. Que el planteamiento del entrenador en el segundo tiempo no ha sido claro, pero no.

Porque sinceramente, prefería que anoche pasaran los blancos. Anoche pensaba que Guti iba a tirar más del carro. Que Higuaín iba a estar más acertado, y que Kaká se iba a comer, al menos un rosco. En ningún momento pensaba que iban a quedar eliminados. Incluso pense que la salida de Raúl podría darle una vez más a la afición - que no paró en todo el partido - una de esas remontadas épicas, pero anoche no.

La prensa mundial se hace eco de la noticia. Muchos ya piensan en destituir a Pellegrini y yo me pregunto que coño hago escribiendo un artículo sobre el Real Madrid, cuando siempre he repudiado la hegemonía de los grandes clubes y el favoritismo hacia ellos. Pero yo no odio al Real Madrid. Simplemente, hay que dejar constancia que por suerte, ya que los aficionados al fútbol en los últimos años tenemos muy poca, por suerte, en el fútbol no siempre gana el que más dinero invierte.

Trescientos millones de euros, marketing, de nuevo Florentino al carro, una campaña mundial a favor del Real Madrid, viene Cristiano, Kaká, volverán a ser grandes, todo de cara, tiran de épica, remontan y se ponen líderes, la final en casa, en el Bernabéu, el 26 de mayo. Llega el Lyon, tifo increíble de Ultras Sur, gol en el minuto 6', pueden. Y en un momento, gol de los franceses. Adiós Champions, adiós final y seis años sin pasar de la misma ronda.

¿Qué demuestra esto? que el fútbol no entiende de razones. La suerte nunca se olvida. Están la táctica, sí. El juego, el planteamiento, la calidad, el centro del campo, sí. Pero, y yo que no soy muy creyente de esas cosas, la suerte está muy presente en el deporte rey.

Hay que dejar constancia de que por mucho dinero invertido, por muchos patrocinadores, por mucho marketing publicitario, por mucha grandeza económica, historia y social que tenga un club, lo que importa es la casta, el sacrificio. La cantera, la afición, el escudo. Y la suerte.

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