El equipo ucraniano se hizo anoche con la última edición de la copa de la UEFA. Una final descafeinada, con poco buen fútbol, salvo los goles en momentos clave de ambos equipos.
El Werder Bremen notó muchísimo sus ausencias y no fue fiel a su filosofía de juego: fútbol ofensivo y de toque. Eso fue en gran parte culpa de que no estuviera el brasileño Diego, que se perdió el partido por sanción. El único gol del Bremen, obra de Naldo en una falta potentísima que se comió el ucraniano Pyatov. Recalcar que Naldo es un futbolista interesantísimo, que seguirá dando que hablar.
Por su parte, el campeón, sorprendió a propios y extraños haciendo un juego impropio de su estilo. Fue a jugar al fútbol arraigándose en todo momento. Lucescu apostó y le salió bien. Goles como no, de Luiz Adriano y Jadson en la prórroga. El "Samba" Donetsk como se la está llamando ultimamente por la dupla que tiene en punta de dos brasileños, ha conseguido un título con un nombre y un formato que no se volverá a jugar.
De Medina Cantalejo, sólo se pueden decir adjetivos positivos. El árbitro pitó perfecto, dejando jugar y no tuvo ningún error salvo un penalti que se comió al final del partido. Pero, si un aficionado tiene que ver 2 veces la jugada repetida para saber si ha sido o no penalti, el árbitro, tiene que decidir que pita en 1 o 2 segundos; labor difícil.
Descafeinada, apática, desganada, sin emoción....Así es como podemos definir la Copa de la UEFA. Una copa que no se le da bola absolutamente para nada. Sólo basta con entrar a un periódico deportivo. Hay que hacer una búsqueda considerable para encontrar información sobre ella. Ni siquiera la final atrae a los medios. De no ser por La Sexta, nadie hubiéramos visto el partido. Adiós a una competición histórica inaugurada en el año 1971 y que, desconozco
si el cambio irá mejor.
si el cambio irá mejor.
Total, con tal de cambiar el nombre y la historia de las cosas....
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